Mucho se dice y se escribe diariamente sobre el movimiento 15M y sus acampadas por toda España. Tenemos información diaria sobre lo acordado o no en sus asambleas, y a través de las redes sociales son infinitas las informaciones, reales, verdades a medias o falsas que circulan.
Después del éxito innegable de la movilización e invitación a la reflexión sobre el sistema por parte de muchos ciudadanos, además de la continuidad de su idea en otros países, toca parar, reflexionar, reorganizarse y concretar. Lo que hasta ahora no había sido necesario, y se permitía que se acumularan las propuestas y reivindicaciones, las masas, y las diferentes fórmulas, necesita ahora ya de una estructura concreta, ideas definidas y acciones bien organizadas.
Pero si me permiten la opinión, desde el absoluto respeto que me merece todo lo hecho, aunque pueda ser crítica con alguna de las bases ideológicas o pensamientos expuestos por distintos grupos, lo que si resulta necesario es evitar que la importante revolución de la masa anónima, termine cabalgando a espalda de algún “líder” innecesario, o se vea arroyada por el ego mal digerido de algún cabecilla con listura y buena cara.
Es tiempo de continuar con una masa anónima, con una visión colectiva, una propuesta comunitaria, y no copiar estructuras o fórmulas que puedan parir o abortar ejemplares que pueden llevarse por delante el proyecto, el sacrificio y las necesarias reivindicaciones que muchos apoyamos.
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