- Me he comprado el último modelo de esta maquinita que es la leche - chuleaba el compañero de despacho, mientras todos miraban absortos aquel artilugio cargado de inutilidades.
Llegó un correo a su buzón. "Deberías ver este enlace" decía el asunto. Picó, y tras unos segundos de carga, la marca anunciaba un último modelo y la rebaja del precio del anterior a la mitad.
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