Román Hernández en su "Armario de Luces y Sombras" |
Como quien enumera memorias, temores y pasiones; como quien construye y destruye con la misma fuerza y convencimiento; como quien es lo que hace y lo que desecha; así Román Hernández presenta en su última obra su "Armario de Luces y Sombras".
Lejos de una concepción unívoca de la expresión artística, Román Hernández se preocupa en cada obra por dar al espectador todas las lecturas posibles de su obra. La trascendentalidad, frente a la inmediatez del arte contemporáneo, parece ser el pensamiento que precede a este filósofo de la materia.
Apartado de la visión del artista como ser único, y el ego como única existencia, comparte con un buen número de creadores, en este caso con poetas, sus ideas y reflexiones, sin que estas condicionen o delimiten el espacio vital de la concepción.
Una poema de Gamoneda, y el resto de textos del catálogo parecen generar un paisaje lírico, un habitabilidad de su creación escultórica, que es, de por sí, el lugar de todas las luces y sombras comunes y propias.
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