Es una valiente. Tina Suárez
Rojas, como su personaje principal en este poemario, June Evon, es una
temeraria, capaz de poner en jaque a cualquier lector de poesía atrapado entre
sus páginas.
[…] dejar el revólver sobre el tapete verde, y jugarme
la vida como quien pasa silbando en medio
de un fuego cruzado.[…]
a relación de la destrucción de June Evon, nos cuesta
reconocer a la cálida y equilibrada Tina Suárez de entonces, que podría
pronunciarse en sus primeros títulos.
[…] ¿Pero quién no ha aprendido a remendar el corazón?
¡Qué demonios! Sólo así se sobrevive[…]
Nos hace dudar y enfrentarnos
nuevamente varias veces a sus páginas para comprender al fin que, nuestra poeta,
ha decidido no endulzarnos el discurso, sino ofrecerlo crudo y veraz, casi
rozando la narración, con una construcción polifónica. Una coral, nada casual,
con la que evitar la voz poética primera, suicidar el tú común del lirismo, y
dar un giro de trescientos sesenta grados alrededor de la excusa, June Evon,
para lanzar unas descarnadas dagas al lector.
[…] no hay nada peor arremolinando
el polvo de este mundo que una criatura enferma
de remordimiento.[…]

Confesaremos sin miedo, pero si
con humildad, que no resulta sencillo alejarse de lo prosaico de algunas voces
o composiciones. Pero también podemos recuperar lo poético entre sus versos con
grandes ejemplos del peso de volver a
tener a Tina Suárez Rojas en nuestras manos, esta vez, parece, con una libertad
envidiable y un trabajo del que, a buen seguro, se siente, y debe sentirse,
orgullosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario