Panorama Actual de la
Poesía en Costa Rica
(Antología 1980 – 2013)
Antonio Jiménez Paz
Amargord Ediciones (2013)
ISBN: 978-84-941957-0-9
Comenzamos
este apasionante viaje de mano del poeta canario Antonio Jiménez Paz con la
sorpresa de una entrada a esta antología absolutamente sorprendente. El autor
de este trabajo nos abre sus páginas con un “Notas de viaje” que, a modo de
pequeñas reflexiones, como si leyéramos un diario de abordo que nos describe
los cuestionamientos del propio antólogo al plantearse por vez primera este
trabajo. En estas primeras páginas Jiménez Paz se plantea cuestiones tan
importantes para comprender la propia realidad literaria y social de Costa Rica
como las siguientes que nos han llamado profundamente la atención
“Se tiende a pensar, a creer, que aquello que
desconocemos, de lo que no recibimos noticias, no existe. Que lo que no hemos
leído, lo que no ha llegado a nuestras manos, a nuestro conocimiento, es porque
no ha sido todavía escrito.”
“Si de creer en algo se trata, creo que la
poesía en Costa Rica, su actualidad, más que una simple antología lo que merece
es otro tipo de oportunidad, la de poder explicarse a sí misma, esbozar sus
particularidades, sus confusiones y contrastes, abrir sin complejos su centro a
otros centros, mostrarse sin pudor ante los ojos ajenos.
En la
segunda parte de esta curiosa introducción Jiménez Paz entra de lleno en lo que
sería habitual de una presentación antológica. Nos analiza el devenir de la
poesía costarricense, no carente de análisis, de preguntas, y de ciertas dudas.
El propio autor encabeza esta parte con un título que juega con el primero,
“Viaje de Notas”, y su primera reflexión es la siguiente:
“En una lectura cronológica de la tradición
poética de Costa Rica, a uno le parece que en determinados momentos está a
punto de irrumpir un gran poeta que quiebre su trayectoria de arraigado
ensimismamiento; es más, lo echa en falta; quizá por su lento avance
progresivo, carente de ciertos << sustos poéticos >> que la
distraigan de una redundante monotonía temática y formal.”
El
autor continúa con la historia de la poesía en Costa Rica cuestionándose
algunos de sus momentos claves. Será a partir de los años setenta, según
Jiménez Paz, cuando los poetas costarricense, habiendo leído al mundo, hablen
de las cuestiones del mundo desde su propio tamizado, ese tiempo, que el autor
denomina, “el tiempo costarricense”. Hace especial hincapié en el “Manifiesto
trascendentalista” redactado en 1974 publicado tres años más tarde, donde los
poetas del llamado Círculo Costarricense, rompen con la tradición de poesía
social del maestro Jorge Debravo, fundador del grupo, para defender la poesía
de “quienes atentan contra las características originales de la poesía”.
Planteándose el propio Jiménez Paz:
“¿Se referían a la Poesía en general o a la
poesía escrita en Costa Rica?” … “Siendo su consecuencia más extrema la de dar
lugar a la sospecha de que si la tradición poética costarricense puede ser
definida por algún rasgo, lo sea más por su acusado cariz
<> que por cualquier otro”.
El
trabajo de esta antología no se ha presentado fácil. Jiménez Paz ha realizado
un trabajo encomiable, ya que “lo que no hemos leído, lo que no ha llegado a nuestras
manos”, es decir, el desconocimiento amplio fuera de las fronteras del país, o
incluso dentro, de su propia poesía, le ha hecho poder disfrutar de diversos
viajes a Costa Rica, donde ha trabajado con textos, estudios y autores, en muchos casos, de primera mano.
Antonio
Jiménez Paz, además de por su obra, es conocido por sus fantásticas y
personales entrevistas a poetas y artistas, su modo de preguntar, como su
literatura, tienen la fuerza del juego como expresión de una pausada lectura y
reflexión de sus obras. Es por esto por lo que insiste en llamar a este trabajo
“ensayo antológico” y lo estructura de una forma singular. Una primera parte
que denomina “Siete poetas / Siete palabras” donde el autor nos ofrece como
complemento entrevistas de autores en activo. El siguiente apartado “Catorce
poetas / Catorce microclimas” donde antologa a poetas nacidos hasta 1983. Y un
final con el poeta de más edad con el que compone “Un poeta / Un epílogo”.
La
primera poeta en aparecer en escena es Mia Gallegos, para seguirle en sucesivas
páginas, Ana Istarú, José María Zonta, Carlos Cortés, Guillermo Fernández,
Mauricio Molina Delgado y Luis Chaves. Al segundo apartado pertenecen autores
como Alexánder Obando, Silvia Castro Méndez, Klaus Steinmetz, Alí Viquez,
Meritxell Serrano, María Montero, Esteban Ureña, Mainor González Calvo, Alfredo
Trejos, Silvia Piranesi, G. A. Chaves, Jeymer Gamboa, David Cruz y Diego Mora.
Jiménez
Paz sin duda aporta lo que para nosotros es el mayor aliciente de la antología.
Posiblemente ahora, a través de la red de redes, sería concebiblemente fácil
localizar algunos textos de los mentados autores, pero la potencia de escuchar
de su propia voz, pues uno al leer siempre se imagina al entrevistado
hablándole directamente, a los poetas disertando y reflexionando, no sólo sobre
su obra, sino sobre el devenir político, social y cultural de su país y sobre
el futuro de estos aspectos, es sin duda una fantástica aportación a las, a
veces manías y poco útiles, formas y modos de las antologías al uso. En este
aspecto nuestro poeta canario rompe con esta publicación, que no le ha
resultado fácil ver la luz, con una tradición de “escaparate poético” que
resultan muchas publicaciones colectivas, y le hace recuperar la necesaria
reflexión y análisis, la capacidad de encontrarse con los autores antologados,
dialogar con ellos, que conversen entre sí, y adentrarnos en sus textos con una
cercanía excepcional y nada habitual en este tipo de proyectos.
Resulta
curioso, por lo que parece tomar fuerza la propia idea de Jiménez Paz, que
durante la singular introducción el autor tan sólo nos lleve en una especie de
máquina reflexiva y crítica del tiempo poético costarricense desde finales del
siglo XIX hasta el momento de los autores antologados, pero que de estos no
haga más que un análisis conjunto, una apuesta, una especie de envite al
lector, para que sea este el verdadero analista, junto con el tiempo futuro,
del resultado de esta obra de los poetas costarricenses del último tiempo. Y
así cierra la mentada introducción antes de invitarnos a leerlos:
“Y si revisamos con detenimiento comparativo
la producción poética última de cada uno de los países que conforman la región,
¿no será Costa Rica a día de hoy – al margen de sus dimes y diretes de pueblo
chico – uno de los que más se está esforzando en renovar su panorama poético?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario